EL CANTO DE LA ALONDRA

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sábado, 28 de mayo de 2011

"Cuando yo canto...."


Hoy la alegría no me asiste,
y canto en voz alta llorando
por la amargura que me diste,
pero evitando vean mi llanto.
Cuando oigáis que en voz alta canto...
no me preguntéis por qué lo hago tan alto,
ni me miréis al rostro,
ni me digáis que bien lo hago...,
que sólo quiero espantar de mi pecho
lo que por dentro le está ahogando.
Si una mañana oís que canto...
no es alegría de un triunfo,
ni presagio de algo deseado.
Yo canto cuando estoy triste,
¡y lloro de alegría cuando no canto!

Geles Calderón

Gustavo Adolfo Bécquer.

La Caricia Perdida.


Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?


Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?
 Alfonsina Storni.

Jacinto Benavente.

Gustavo Adolfo Bécquer.

Rosario Bersabé Montes.

José Ángel Buesa.

Antonio Machado.

Gustavo Adolfo Bécquer.

Carolina Coronado.

Rosalía de Castro.

Edgar Alan Poe.

López de Vega.

Manuel Acuña.

Gustavo Adolfo Bécquer.

Gabriela Mistral.

José Martí.

Cantar de los Cantares.

Vítor Hugo.



Gabriel García Márquez.

Pablo Neruda.

Eleanor Roosevelt.

Paul Auster.



Neil Simon.

Thornton Wilder.

Paulo Coelho.

Confucio.

Charles Dikens.

Blaise Pascal.

Octavio Paz.

Aristóteles.

Johann Kaspar Lavatex.

Voltaire.

Madre Teresa de Calcuta.

René Descartes.

William Shaskespeare.

Ralph Waldo Emerson.



Proverbio Chino.



Arthur Schnitzler.



Charles Chaplin.



Wiliam Arthur Ward.

Por qué el Amor es Ciego.


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura como siempre tan loca, les propuso: ¿vamos a jugar a las escondidas?
La intriga levantó la ceja intrigada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó: "a las escondidas ... y ¿eso cómo es?"
"Es un juego - explicó la locura - en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar,
el primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego".
El entusiasmo bailó entusiasmado, secundado por la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda,
e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar. La verdad prefirió no esconderse. ¿Para que? Si al final siempre la hallaban.
Y la soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que la molestaba era que la idea no hubiera sido de ella) y la cobardía prefirió no arriesgarse.
Uno, dos, tres ... Comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre tan perezosa, se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto.
La generosidad casi no alcanza a esconderse. Cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Que si un lago cristalino? Ideal para la belleza. ¿Que si una rendija de un árbol? Perfecto para la timidez. ¿Que si el vuelo de una mariposa? Lo mejor para la voluptuosidad. ¿Que si una ráfaga de viento? Magnífico para la libertad .... Así terminó por acurrucarse en un rayito de sol.
El egoísmo en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio: airado, cómodo, pero solo para él. La mentira se escondió en el fondo de los océanos
(mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido ... se me olvidó donde se escondió el olvido.. pero eso no es lo más importante.
Cuando la locura contaba 999.999 el amor aun no había encontrado sitio para esconderse, pues todo lo encontraba ocupado ... Hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón contó la locura y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la pereza, a sólo tres pasos detrás de una piedra.
Después escuchó a la fe hablando con Dios en el cielo con convicción, y la pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la envidia y claro pudo deducir donde estaba el triunfo.
Al egoísmo no tuvo ni que buscarlo: el solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza.
Con la duda, resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca, sin decidir aun de que lado esconderse. Así fue encontrando a todos, al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una oscura cueva, a la mentira detrás del arcoiris (mentira , si estaba en el fondo del mar) y hasta al olvido que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Pero sólo el amor no aparecía en ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyito del planeta, en cada cima de las montañas y cuando estaba al darse por vencida, divisó un rosal y pensó: el amor como siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas. Tomó una horquilla y comenzó a mover unas ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó.
Las espinas habían herido en los ojos al amor. la locura no sabía que hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó en la tierra a las escondidas, el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.

Tomado de la Red.

El Amor, El individuo y La Pareja.


Cuenta una vieja leyenda de los indios sioux que, una vez, hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron,
tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.

- Nos amamos -empezó el joven.
- Y nos vamos a casar -dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor -repitieron-, ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... -dijo el viejo después de una larga pausa-. Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa -dijeron los dos.
- Lo que sea -ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-, Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea?
deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte.
Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.

- Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo-, deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima,
encontrar la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... salgan ahora.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur...
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados.
Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

- Volaban alto? -preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Cómo lo pediste... ¿y ahora? -preguntó el joven- ¿lo mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No -dijo el viejo.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne -propuso la joven.
- No -repitió el viejo-. Hagan lo que les digo. Tomen las aves y atenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.

El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el piso.
Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.

- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure,

"vuelen juntos pero jamás atados".
De la Red.

viernes, 20 de mayo de 2011

La Tristeza y La Furia.


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.
Había una vez... un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes
y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro
(o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien,
encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Cuentos Bucay.

José Manuel Soto-Por Ella.


Por ella las puertas de sol y las madrugadas,
por ella los sueños de amor y las noches amargas,
por ella las palabras bellas, las dulces canciones,
el llanto, la risa, el abrazo, las cavilaciones.

Por ella cada despetar, cada sentimiento,
las flores, la música, el mar, la lluvia, y el viento;
la luz, el color, el fuego, la tierra, y el agua;
azules y grises recuerdos, el cuerpo y el alma.

Por ella fue el amor y el odio, la paz y el tormento;
por ella la ilusión y el gozo de vivir queriendo;
por ella sigue viva la estrella que guía mis pasos;
por ella no me desmorono ante los fracasos.

Por ella miro siempre el sol desde mi ventana,
por ellla tengo aún ilusión en el fondo del alma.
Por ella me imagino el cielo como un beso eterno,
por ella me pongo a cantar aunque esté sufriendo.

Por ella la contradicción y los disvaríos,
por ella cada sin sabor, cada sin sentido;
las lágrimas, las puñaladas, también las caricias;
los celos, la furia callada, mi mejor sonrisa.

Por ella mis aspiraciones y mi fantasía;
por ella mis desolaciones y mi alegría;
suspiros, corazón, pasión, poema y plegaria,
y todo lo que no se puede decir con palabras.

Por ella fue el amor y el odio, la paz y el tormento;
por ella la ilusión y el gozo de vivir queriendo;
por ella sigue viva la estrella que guía mis pasos;
por ella no me desmorono ante los fracasos.

Por ella miro siempre el sol desde mi ventana,
por ellla tengo aún ilusión en el fondo del alma.
Por ella me imagino el cielo como un beso eterno,
por ella me pongo a cantar aunque esté sufriendo.
La lala la.... la lala....
Jose Manuel Soto. 

Vuela Mariposa.


Acaso duda la mariposa de sus alas
Acaso piensa que es aún gusano de seda.
No sabe ella, la mariposa
que si bate sus alas no será acaso
porque quiere batirlos.
¿Por qué duda la mariposa,
si se posa en esta flor o en otra flor?
¿Por qué duda la mariposa?
¿Por temor o por amor?
Oh, mariposa que recién bate tus alas,
No sabes acaso que Dios te dio alas para volar.
¿Tienes dudas? Siempre las tendrás,
mientras no abras tus alas y te echas a volar.

Oscar Basurto Carbonell

El Barrio-Ángel Malherido.

Tengo un angel que me guia
que discute y hasta porfia
con el angel de la guarda

Tengo un angel que seduce
solo piden que lo escuchen
y que no le den la espalda
angel revolucionario
que busca en el diccionario
del pecado y la inocencia

Tengo un angel que en mi mente
solo me tiene presente
la paciencia y la impaciencia

Tengo un angel que enamora
y que apenas tiene horas
pa la niña de mis ojos
nunca habla del presente
solo dice que la gente
que se envidian son despojos
que hacen caer al mas fuerte
que me siento indiferente
con el mundo y con lo ajeno

Tengo un angel que aparece
rie y no se compadece
de lo malo y de lo bueno

Angel de amor
que pena que sufristes un desamor
caiste en la hoguera de la pasion
solo das tormento
¡ay,ay tormento!

Tengo un angel que aconseja
que entre cielo y la tiniebla
solo existe tu conciencia
que la fe mueve montañas
el amor el sentimiento
el interes mueve a la tierra
que si no fuera por el hombre
nuestro mar y nuestro bosque
lucirian azul y verde
cuando se mira la persona
no por lo bueno,por lo malo
y si por lo que tiene

Tengo un angel que da suerte
pero cuando le conviene
hace mella en mis heridas
dice que solo el coraje de luchar
por algo o alguien
da respeto en esta vida
enamorarse,ilusionarse
es tan bello y forma parte
del pecado y la manzana
discute con Cupido,que por una flecha
ha sido angel de alma congelada


Angel malherido,dulce compañia
no me desampares
ni de noche ni de dia
que me sobran los motivos
para ver la luz del dia,azul...
El Barrio.

Julio Iglesias-Caballo Viejo.


Bamboleiro, bamboleira
porque mi vida yo la aprendido a vivir así
bamboleiro, bamboleira
porque mi vida yo la aprendido a vivir así

Cuando el amor
llega así de esa manera
uno no se da ni cuenta
el carutal reverdece
y el guamanchito florece
y la soga se revienta

Cuando el amor
llega así de esa manera
uno no tiene la culpa
quererse no tiene horarios
ni fecha en el calendario
cuando las ganas se juntan.

Caballo te dan sabana
porque está viejo y cansado
pero no se dan ni cuenta
que un corazón amarrao
cuando le sueltan la rienda
es caballo desbocao

Y si una potra alazana
caballo viejo se encuentra
el pecho se le desgrana
y no hace caso a falseta
y no le obedece a un freno
ni lo para falsa rienda

Bamboleiro, bamboleira
porque mi vida yo la he aprendido a vivir así
bamboleiro, bamboleira
porque mi vida yo la he aprendido a vivir así

Caballo te dan sabana
porque está viejo y cansado
pero no se dan ni cuenta
que un corazón amarrao
cuando le sueltan la rienda
es caballo desbocao

El potro da tiempo al tiempo
porque le sobra la edad
caballo viejo no puede
perder la flor que le dan
porque después de esta vida
no hay otra oportunidad

Bamboleiro, bamboleira
porque mi vida yo la he aprendido a vivir así
bamboleiro, bamboleira
porque mi vida yo la he aprendido a vivir así.

Lejano Amor, Amor Parido.


Ven, siéntate a mi lado a conversar…
Que el tiempo es cruel y raudo se alza herido
Frío tu amor lejano, ¡tan dormido!
Como alma vieja, hoy dura en  amar.

Mi Armor, mi vida, debes recordar;
Ya volaron los hijos de este nido,
Con alas propias surcan, bien erguidos,
No son tu herencia, debes aceptar.

El tiempo obliga, ya no es advertencia;
Mi alma es hoy madero que encendido
Necesita pasión con evidencia.

Tu corazón añejo y distraído
Ha de escuchar mi última sentencia,
No voy a ocultar nuestro nuevo amor parido.
Rosario de Cuenca Esteban y Alberto Niño Martínez.

Cuando te digan que no.


La Bailarina.

Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia,
y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión.
Deseaba llegar a ser la primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias,
de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.
Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no se si tengo el talento necesario o que me hace falta.
Dame una demostración, le dijo el maestro.
Transcurrido apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
No, no tiene usted condiciones.
La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario
y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado.
Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario,
ella le recordó la charla que habían tenido años antes,
le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado,
luego agregó: Hay algo que nunca he terminado de entender.
Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?
Ahhh, apenas la miré cuando Ud. bailó delante de mi, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.
Pero eso es imperdonable! Exclamó ella, arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina!
- No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias,
y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.
Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, pues no podrás.
Si quieres hacer algo pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás.
En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa,
tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible.
De la Red.

 
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